La empresa logística Urbano Express acaba de marcar lo que considera un hito para su historia. Fue reconocida como “Empresa B”, lo que significa que la compañía cumple con los más altos estándares de desempeño social y ambiental verificados, transparencia pública y responsabilidad legal para equilibrar el beneficio económico con el propósito social y ambiental.
“Fue un trabajo que nos demandó mucho tiempo y que en un comienzo generó algunas dudas, pero luego hubo lugar también para encontrarnos con el compromiso de mucha gente. Hoy para nosotros haber logrado una certificación de este tipo es muy importante”, sostuvo Marcelo Mattio, vicepresidente de la compañía.
El proceso de certificación se consolidó luego de más de tres años de trabajo interno orientado a integrar en la gestión diaria un Sistema de Gestión Triple Impacto (SG3I) que formaliza políticas y prácticas destinadas a generar valor económico, social y ambiental de manera simultánea.
“Decidimos crecer generando oportunidades y reduciendo el impacto ambiental de nuestras operaciones logísticas. Ser Empresa B refleja esa convicción de que cada decisión que tomamos debe generar valor económico, social y ambiental al mismo tiempo”, señaló Marcelo Mattio, vicepresidente de Urbano Express.
Con esto, la empresa se propuso avanzar sobre tres frentes.
Uno de ellos es el social. Parte de la filosofía de Urbano indica que el crecimiento de la empresa está directamente ligado al bienestar tanto de los trabajadores como de las comunidades en las que está presente. Y a tono con esto, se encararon algunas cuestiones que tienen que ver directamente con este punto.
Por ejemplo, se capacita de forma constante a los equipos, de modo de fomentar su crecimiento profesional y personal; se apoya a los proveedores locales; se contribuye con ONGs y organizaciones sociales; y se acompaña a la Fundación Espartanos en la reinserción sociolaboral de las personas que cumplen una condena en una unidad penitenciaria.
El segundo punto donde se pone el foco tiene que ver con el impacto ambiental. Aquí aparecen, por ejemplo, cuestiones como la búsqueda de minimizar el impacto ambiental y promover prácticas sostenibles en toda su operación. Entre ellas se destacan la incorporación de paneles solares en sus oficinas administrativas y el avance en la instalación de una granja solar en su planta de Barracas, además de haber reemplazado el 90% de su luminaria por tecnología LED.
También se destacan la gestión de residuos y el reciclaje de pallets dañados para fomentar la economía circular.
El último punto en consideración tiene que ver con lo económico. Mattio explica que el objetivo de la empresa es ir más allá de lo financiero y “generar un impacto que beneficie a toda la sociedad”, y valoran a la hora de trabajar a otras compañías que también son “Empresas B”, ofreciéndoles beneficios exclusivos.