En el Presupuesto 2026 que presentó anoche Javier Milei y envió al Congreso para su tratamiento, el Gobierno incluyó la figura de “presunción de inocencia fiscal” para captar los “dólares del colchón” y así resucitar el proyecto que mandó al Poder Legislativo en junio y todavía no se debatió.
La idea de que el régimen salga por ley es darle un blindaje frente a la posibilidad de que futuros gobiernos den marcha atrás y que perdure en el tiempo, a diferencia de los blanqueos. Según Juan Pazo, titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), ya adhirieron 17 gobernadores, por lo que se verían beneficiadas las provincias.
De esa manera, se busca incentivar que quien compró dólares no declarados por una vía alternativa por el cepo durante el kirchnerismo y los atesoró, pero pagó debidamente los impuestos, pueda usarlos con protección legal y de esa forma alentar el consumo que viene planchado.
En cadena nacional, el Presidente explicó que “se acabó la absurda idea de que el Estado considera a todos sus ciudadanos como criminales de forma preventiva”, en relación al paso del esquema persecutorio del organismo sobre los contribuyentes a uno en que no se cuestione el origen de los fondos y disponga su libre uso.
En ese sentido, a mediados de año, ARCA avanzó con cambios en regímenes informativos. Elevó los umbrales que obligan a reportar datos de actividades de los ciudadanos, como las compras en supermercados y las transferencias bancarias.
También habilitó la adhesión al Régimen Simplificado de Ganancias. Aunque no fue aprobado por ley aún, ya está vigente para quienes declaran Ganancias, que pueden optar por adherirse sin que ARCA vigile su incremento patrimonial ni su consumo en dólares.
Por ahora, los fondos guardados por los ahorristas fuera del circuito formal apenas se movieron para viajes al exterior, aunque en el sector afirman que ocurre desde antes del anuncio del Gobierno, en un contexto en el que conviene pagar los gastos en el extranjero con dólar billete para evitar los impuestos del dólar tarjeta, el tipo de cambio más caro del mercado actualmente, que este martes cotiza a $ 1.924.
Más del 80% de las ventas a destinos internacionales de agencias se abonan directamente en dólares, en mayor medida, en efectivo en sus sucursales o redes de cobranza adheridas y, en menor medida, por transferencia.
Según datos de la consultora PxQ, desde que se levantó el cepo en abril, casi la mitad de las compras de los ahorristas no se volcaron a la economía. Desde entonces, se registraron compras netas de personas humanas por US$ 14.730 millones, de los cuales US$ 6.587 millones fueron para atesoramiento, US$ 2.500 millones se usaron para pagos de consumos de tarjetas de crédito en moneda extranjera y US$ 5.639 millones se destinaron a “otras inversiones”.
En tanto, se sostienen los depósitos privados en los bancos, lo que evidencia que no se utilizaron como “remonetización”, como busca el Gobierno. En agosto, hubo una leve caída luego de cuatro meses seguidos al alza, que fueron a parar a instrumentos como plazos fijos, en medio de las tasas altas y la cobertura preelectoral.
Las transacciones en dólares en consumos cotidianos fueron casi nulas, como el pago de nafta en estaciones de servicios y compras en locales comerciales. Lo mismo ocurre en bienes durables, con poca aceptación en cadenas de electro y concesionarios de autos. Aunque pusieron a disposición la opción, casi no reciben consultas, aseguran.