Dick Van Dyke cumple los 100 años este 13 de diciembre y decidió revelar el secreto que lo acompañó durante un siglo de vida. Con la misma energía que lo caracterizó en Mary Poppins y Chitty Chitty Bang Bang, el actor aseguró que su secreto no surgió siempre de estrictas rutinas de entrenamiento ni de dietas rigurosas, sino de una decisión íntima: evitar la ira y el odio.

En una entrevista con la revista People, Van Dyke explicó que su perspectiva optimista lo sostuvo durante décadas. “Siempre pensé que la ira es una cosa que carcome las entrañas de una persona y el odio”, afirmó.

El intérprete que cautivó a millones de niños y adultos junto a Julie Andrews en Mary Poppins reconoció que enfrentó desacuerdos y personas que no le agradaron, aunque nunca sintió “ese tipo de odio candente” que coloca un peso extra sobre la vida cotidiana. Esa actitud, según él, lo acompañó desde joven y le permitió llegar a la vejez con ligereza.

“Había cosas que no me gustaban, gente que no me gusta y con la que no estoy de acuerdo. Pero nunca fui capaz de sentir un tipo de odio candente”, explicó.

Otro pilar en su camino fue su esposa Arlene, 54 años menor. Van Dyke la mencionó en un reciente diario de salud publicado en The Times, donde la describió como el motivo central por el cual no cayó en el aislamiento. “Nuestro romance es la razón más importante por la que no me convertí en un gruñón hermético”, escribió. Y agregó que ella lo hace sentir “entre dos tercios y tres cuartos” de su edad real, algo que define como un regalo emocional invaluable.

El actor reconoció que el paso del tiempo tiene sus efectos. Contó que se siente “disminuido” física y socialmente, sobre todo porque todos sus amigos más cercanos ya murieron. “Me siento muy bien a los 100 años. A veces tengo más energía que otras, pero nunca me levanto de mal humor. Me siento como si tuviera 13 años”, afirmó con orgullo a The Independent.

Lejos de retirarse, Van Dyke mantiene proyectos activos. Presentó un nuevo libro, 100 Rules For Living To 100, donde cada regla surge de anécdotas personales que quedaron grabadas en su memoria por su carga emocional.

“Mientras los niños canten con orgullo su nueva palabra, supercalifragilisticoexpialidoso, o canten y salten al ritmo de Chim Chim Cher-ee, la parte más importante de mí siempre estará viva”, cerró el actor.

Con más de siete décadas de carrera, premios Emmy, Tony, Grammy, un lugar en el Salón de la Fama de la Televisión y su estrella en el Paseo de la Fama, Van Dyke define su recorrido como “una vida maravillosamente plena y emocionante, de la que no me puedo quejar”.